Tiempo.

Estás ahí pero no estás al mismo tiempo. A veces tan presente y otras tan distante. Pero no sé... A veces siento que te necesito tanto y otras me das igual, y no quiero estar así. No quiero pasarme la vida esperando... ¿qué? No sé si algún día te comprenderé. Si me comprenderás en un futuro. ¿Cuánto tiempo más debemos esperar para saber si esto va a ser eterno o no? No eres tú ni soy yo: somos los dos los que no acabamos de decidir que hacer. El tiempo todo lo dirá, pero mientras tanto me canso de esperar. ¿Y tú? Yo estoy ahí pero no estoy al mismo tiempo...

No entiendo.

No me entiendo, ni entiendo cuando dice “te quiero”. Odio sus desplantes, me pregunto y pienso mucho en sus silencios. Me pierdo en su compañía y lejanía. Me desespero, porque no entiendo.

No entiendo por qué siento que aún es parte de mis días, de mi vida. L@ necesito para desahogar mis miradas confusas, mis pensamientos retorcidos, mis bromas...

Extraño sus “te extraño”, sus mensajes por la mañana y por la noche.

Almaceno los recuerdos que desprevenidamente me llegan durante el día y me recuerdan su voz, su risa, sus susurros, sus consejos, su respiración, sus sueños, su comida, su inteligencia, sus secretos, sus palabras…

Por qué.

¿Qué precio tiene una sonrisa cuando casi está extinguida?
¿Por qué hay que seguir con mentiras que están llenando, poco a poco, lo que nos rodea?
Ni más, ni menos... sólo cosas, palabras, actos... ¿resignación quizá?
No busco respuestas, quiero soluciones a los quebraderos de cabeza absurdos (o no tanto) que no dejan de aumentar. Al miedo a ese dolor que a veces es deseado. A las miradas que matan. Quiero olvido y a la vez eternidad...Y ser más fuerte cada día... dar más...miedo?...no, más respeto... más de todo y un algo de nada.

Me canso. Descanso... Sigo... Comienzo... Me caigo y me levanto en modo aleatorio pero siguiendo con el pasotismo incomprendido que no sé ni explicar. Pintando en blanco y negro que desentona con colores inesperados.

Mitad de semana. Cansancio. Calor... me derrito o me congelo, no hay término medio para la sangre que se alborota. No sé explicar... las palabras dejan de tener significado por momentos... sólo salen cosas absurdas que no pienso ni retocar.


¿Alguien me conoce en realidad?... ¿alguien espera hacerlo? Podría reírme pero ni de eso hay ganas... Siempre acaba pasando algo, somos un juguete en las manos del tiempo, un capricho de los que manipulan para conseguir lo que quieren sin importar el precio. Sin saber que siempre hay algo más (que no menos) tras el color de los ojos vidriosos o brillantes... Por mucho tiempo que pase seguirá siendo difícil distinguir lo que merece la pena y lo que no... Será complicado desenmascarar los intereses y la falsedad porque hay maestros en esas artes.


Y me voy a dormir... las tonterías aumentan y la vida sigue... al menos durante unos días... Mañana... ¿quién sabe qué será mañana y quién seré?

Otro día.

Ayer fue un día largo, un poco duro. Pero creo que ha sido un día que, sin parecerlo, ha sido importante. He mantenido tres interesantes e importantes conversaciones con tres personas distintas. El contenido de las conversaciones me lo guardo, pero creo que hemos sacado cosas en claro y que serán fundamentales en un futuro más o menos cercano. Por eso estoy contenta, porque ha sido un pequeño gran día, con sus detalles y matices, sus luces y sus sombras.

Cada día.

Aquí frente a la pantalla y el teclado, recuerdo nuestra conversación de ayer...

Cada día te entiendo menos...

Cada dia me confundes más...

Tú no sabes lo que quieres, y yo no consigo olvidarte...

Adiós.

Tú y yo estamos destinados a tomar direcciones opuestas en nuestros caminos. Últimamente entras y sales de mi vida cada vez que quieres, sin importarte el daño que eso pueda hacerme a mí. Lo siento, ya no voy a esperar por ti como la otra vez. Porque hace tiempo permitimos que esa palabra tan bonita llamada "amistad" se manchara de falsedad.

Días.

Hay días que, comparando mi vida con la que tenía antes, sé que ha mejorado, y mucho. Días que siento que soy más libre, más segura de mí misma, más sociable, más activa... mejor.

Y hay otros días en los cuales me acuerdo de mi vida de antes, de las oportunidades perdidas, de todo aquello que me hubiera gustado hacer, o de aquello que podría haber hecho y olvidé o dejé pasar. Y a veces veo a amigos, a conocidos y a no tan conocidos, y teniendo experiencias que yo, con uno o dos años más, no he vivido.

Y me siento triste. Siento una mezcla de tristeza y envidia. Me gustaría haber sido más loca en esta vida, más irresponsable ateniendome a las consecuencias, más impulsiva quizás. Y algunos me dicen "¡Todavía estás a tiempo!". Sí, puede, pero no es lo mismo.

Creo que estos días que me siento así es porque a mi alrededor la gente ha seguido un camino, y yo me he alejado de ese mismo camino. No digo que esté arrepentida de haber seguido un camino distinto, solo digo que a veces me hubiera gustado verme en ese camino.

...

Y esta es una de esas entradas que a medida que voy escribiendo me entran ganas de eliminar.

Ya veremos.

Problema.

- ¿Tienes algún problema?

- Si, mi problema eres tú

- Pues que problema más bonito.

- Lo se…